martes, 25 de noviembre de 2008

LA ADOLESCENCIA

Esta es una etapa en la cuál se debe considerar los cambios que se presentan en el niño a hombre, y viceversa. Además de su evolución en forma permanente no sólo en el aspecto físico, como vamos observando día a día, sino también en el emocional éste último tan importante. Los padres estamos en el deber de orientarlos, guiarlos de un modo tal que ellos no seden cuenta, de esa forma no sufran algo así como una invasión o atropello a su privacidad. Dado a que si actuamos de forma ruda y tiránica, sólo obtendremos resquebrajar su personalidad. Deben tenernos a nosotros como padres amigos, sin negarnos por ello a supervisarlos tanto en el colegio, como en sus encuentros amigables, haciendo buen uso de la disciplina que le impongamos con nuestros ejemplos. Debemos situarnos en el interior de ellos, haciendo una retrospectiva y recordando como nos sentíamos en aquella etapa, haciendo la salvedad de que eran otras generaciones. La falta de comunicación e información, el temor al castigo y a la férrea disciplina, en la que no cabía diálogo posible entre ambas partes. Creo que en este sentido hemos dado varios pasos adelante, en esta era de la tecnología avanzada, Internet, TV., diarios, revistas y lo globalizado que está el mundo de hoy. La conexión de nosotros con nuestros hijos no debe tener por asidero el autoritarismo; con las viejas y por lo tanto desusadas frases como: “Tú tienes que obedecer…y punto” “Soy tu padre y me debes obedecer”, sin agregar a ello nada más, sólo exigencias. Afortunadamente se acabó esa época de autoritarismo, que ejercían los padres con sus hijos, sin mediar entre ellos amistad, comprensión, diálogo, el interesarse a que obedece la conducta de sus hijos. La rebeldía e inestabilidad consiguiente de un proceso de cambios que sufre el niño(a) en esta etapa de sus vidas. Hago acotación de que no es mi intención ofender a los padres de aquella época. Con el respecto que merecen los antiguos padres, mi interés es el dirigirme a los niños quienes son el futuro de nuestro país.
¡Seamos amigos de nuestros hijos!

lunes, 17 de noviembre de 2008

LA VITALIDAD

El entusiasmo que da la vitalidad, esa alegría genuina que da el sentirse bien, todo ello es consecuencia de una sana alimentación y actividad física. Casi siempre las damas caemos en la particularidad de perder peso en poco tiempo, dado a un compromiso cercano; o que viene el verano y hay que estar “regias”, aunque esto dañe nuestra salud. Consecuentemente ésta se colapsa y viene el desgano, falta de ímpetu para el trabajo, andamos decaídos, fatigados, y esto no es por depresión, (estados anímicos o emocionales) es por falta de alimento o escaso de nutrientes. El querer perder peso con celeridad trae consigo las “denominadas dietas de hambre”, donde se tengan que satisfacer sólo con verduras y frutas, mucho agua etc. Desde luego esto es sano, pero no debemos excluir de nuestra alimentación los demás nutrientes, como son las proteínas, los carbohidratos, sumados a las verduras y frutas arriba mencionadas, por su aporte en vitaminas y minerales. Definitivamente la alimentación que nos va a dar empuje para iniciar nuestro día de trabajo, va a ser la balanceada, en la que no debe excluirse ningún nutriente. Todas van a contribuir con su aporte a mantenernos con vitalidad. A continuación les doy una breve clasificación de los alimentos:
  • Sólidos: Los platos de fondo o segundos.
  • Líquidos: Sopas, té, café, gaseosas, bebidas en general etc.
  • Proteínas: Segundo nutriente.
  • Grasas: Tercer nutriente.
  • Agua: Cuarto nutriente.
  • Minerales: Quinto nutriente.
  • Vitaminas: Sexto nutriente.
Importante:
Las proteínas vienen a ser como ladrillos que van construyendo (hipotéticamente hablando, y están formadas por aminoácidos).

miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿POR QUÉ ENVEJECEMOS?

Es una buena pregunta, aunque muchos de nosotros pudiéramos conocerlo, siempre es mejor tener una fuente de información científica. Mis conocimientos no eran suficientes y por ello quise profundizar un poco más sobre el mismo. El envejecimiento biológico se produce principalmente porque con el paso de los años, las células de nuestro cuerpo van perdiendo eficacia; y el material genético contenido en la célula sufre un daño creciente que ésta encuentra más difícil de reparar.
Muchos radicales libres se producen como consecuencia de los procesos químicos naturales de nuestro cuerpo. Pero también es cierto que la contaminación ambiental, el tabaco, incluso los aditivos en los alimentos contribuyen mayormente. El cuerpo cuenta con defensas propias excelentes para luchar contra la contaminación ambiental y enfermedades muchas veces causadas por a una deficiente alimentación, y falta de actividad física. Aún así mismo, pierden fuerza en la medida de que enrejemos. Ahora bien, el envejecimiento biológico es inevitable, por la velocidad en que se producen los cambios. También cabe mencionar, que no todas las personas tienen la misma celeridad en envejecer. En cierta medida depende de nuestros genes. Dado ese caso algunas personas tienen mecanismo de defensas más fuerte que otros. Los factores genéticos indudablemente intervienen en muchas dolencias relacionadas con la edad, como la hipertensión, la enfermedad coronaria, la osteoartritis, la diabetes tardía, y algunos cánceres. Pero debemos considerar que la predisposición hereditaria no implica inevitabilidad. Los factores de vida sanos, reitero como la buena alimentación, la actividad física, el estudio, el querer siempre aprender nos dará lucidez mental. Además de poder manejara el estrés ya es importantísimo, por que juega un papel preponderante en la determinación del ritmo al que va envejecer.